sábado, 23 de febrero de 2008

Por: Priscila A. García Torres.


Hubo actos de protesta en ciudades de Alemania, Argentina, Costa Rica y España:

MOVILIZACIÓN MUNDIAL DE APOYO AL EZLN, A 12 AÑOS DE ACUERDOS DE SAN ANDRÉS
EXIGEN AL GOBIERNO CUMPLIR CON SU PALABRA Y PARAR EL HOSTIGAMIENTO.

Piden cesar agresiones contra comunidades; podría desencadenar de nuevo la guerra: CGT Hermann Bellinghausen.


Como parte de las jornadas internacionales de solidaridad con las comunidades zapatistas de Chiapas, este viernes se efectuaron diversos actos y movilizaciones en las capitales de Alemania, Argentina, Costa Rica y España. Al conmemorarce 12 años de la firma de los acuerdos de San Andrés, las acciones públicas demandaron que el gobierno federal cumpla “ya” con su palabra empeñada desde febrero de 1996.

En Berlín, decenas de personas manifestaron frente la embajada mexicana su respaldo a las bases de apoyo zapatistas y al EZLN “por el hostigamiento, las amenazas, la violencia y el asesinato que sufren por parte de grupos armados como Opddic, y por militares, todos cobijados por ‘gobiernos asesinos’”. La guerra de baja intensidad “está pasando a una nueva escalada en contra de la autonomía indígena y los movimientos sociales”. Repudiaron la “brutal represión” en Chiapas, Oaxaca y Atenco.

Rechazan también la Iniciativa Mérida y la reforma penal, que significan “la militarización del país y la legalización de la tortura y la desaparición forzada”. Tras cantar el himno zapatista, hicieron llegar sus demandas al gobierno mexicano: alto a cualquier agresión contra integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y otras comunidades en rebeldía; fuera los campamentos militares de Chiapas; cese a la guerra contra las comunidades; desaparición de grupos paramilitares; castigo a responsables de las violaciones a los derechos humanos; justicia para Acteal y todos los que han sufrido violaciones a sus derechos; libertad a todos los presos políticos; no a los proyectos de turismo a costa de la vida humana y la naturaleza (en especial Agua Azul); no más despojos de territorio indígena.

En Alemania se realizaron actos similares ante los consulados mexicanos en Frankfurt y Bremen, y en las ciudades de Marburg, Kiel y Münster.

En Madrid la Confederación General de Trabajo (CGT) hizo llegar al embajador Jorge Zermeño Infante una misiva dirigida al presidente Felipe Calderón Hinojosa y al gobernador chiapaneco Juan Sabines, donde afirman que desde el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés “las agresiones y amenazas hacia la autonomía de las comunidades zapatistas han ido en aumento, hasta llegar a una situación insostenible que en cualquier momento puede desencadenar de nuevo la guerra”.

La CGT y su Comisión de Solidaridad con Chiapas transmitieron “su absoluto rechazo” a las políticas del gobierno federal, el de Chiapas y las distintas gestiones municipales, y su “repulsa por las agresiones recientes de paramilitares contra las Brigadas de Observación de Tierra y Territorio”.

Para los zapatistas, agrega, “ese recrudecimiento es un intento de imponer definitivamente la guerra de baja intensidad que pretende el exterminio de sus pueblos”. Anuncia que del 10 al 19 de marzo se realizará una campaña informativa en aeropuertos y agencias de viajes, “para alertar a los que quieren visitar México cuál es la verdadera realidad que enfrenta el pueblo local”. En mayo iniciará una campaña de varios meses en solidaridad con los presos políticos en México. Y en verano llegará a Chiapas una caravana europea de solidaridad que recorrerá los municipios autónomos.

En San José, Costa Rica, también ante nuestra embajada, la movilización de la Red Latina Sin Fronteras expresó solidaridad con el EZLN y con los campesinos mexicanos que resisten el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En tanto, académicos, científicos sociales e investigadores de Puerto Rico, Costa Rica, Uruguay, Nicaragua, Argentina, México, Brasil, Chile, Ecuador, España y Portugal denunciaron “el intenso hostigamiento y múltiples agresiones, entre las que se cuentan desalojos, quema de casas, disparos, amenazas de muerte y despojo de pertenencias” contra zapatistas.

“No son expresión de ‘conflictos intercomunitarios’, como pretende hacer creer la estrategia mediática gubernamental”, sino las señales más visibles “de una estrategia político-militar para atacar la base social de EZLN y el corazón de los pueblos indígenas: la tierra y el territorio”.

Exigieron a los gobiernos federal y de Chiapas “detener la ofensiva contra el proyecto pacífico del zapatismo, que significa una alternativa mundial para los pueblos”.